
Esperamos que el año que entra sea el año en que los saharauis vean materializados todos sus sueños.
UN DÍA NO MUY LEJANO, PLANTARÉ MIS ROSAS EN ALGÚN JARDÍN DEL AIUM.....
En mi viaje de mayo no sabía que decirles, estaba confuso y temía no saber estar a la altura de las circunstancias
Mis venerables amigos estarán de nuevo impacientes en las puertas de sus jaimas al atardecer. Saben que el amigo de la tierra del Quijote y de los molinos, esta vez llegará puntual a su cita para compartir unas horas de tertulia con ellos, el té, unas manillas y darles mi punto de vista de los últimos acontecimientos. Ahora si sabré qué decirles, sin tapujos, a corazón abierto, porque el joven español con alma saharaui hoy puede decirles alto y claro que Europa está con ellos, que el mundo está con ellos, que el gobierno español poco podrá importar en la decisión que tomen los Polisarios y que se a cual sea, los españoles ahí estaremos, a su lado. Alguno me trasmitirá que frene la inquietud de los jóvenes saharauis a sabiendas de que no lo haré. A los jóvenes tienen que darles argumentos y yo los que tengo, solo harían que avivar más la llama de la locura. Al menos lo intentaré egoístamente por mi hijo soldado.
Espero que Mohamed y Brahim sigan tomando mi mano y me trasmitan toda su serenidad, si es que algo les queda. Seguiré dándoles el mensaje que comparto con todos vosotros, que nunca estarán solos y seguro que en estos momentos les sacará una sonrisa.
Mi hijo no está y no se si estará. Su condición de soldado ha hecho imposible la comunicación estos días. Sabe de mi llegada y hará todo lo posible para salir a mi encuentro y esperarme de madrugada en la puerta de la Daira. Si no puedo verlo, al menos me sentiré más cerca de él y podré dar rienda suelta a mi tristeza en las frias noches de la Hamada.
SR. zapatero, yo no necesitaré traductor para decirle a mis polisarios que “SIEMPRE SAHARA”.