jueves, 29 de mayo de 2008

¡¡¡ JAMÁS !!!


Está claro que la juventud marroquí se siente engañada porque su sociedad es una sociedad de ciega y baja obediencia y adulación al monarca. Unos jóvenes de Casablanca me comentaban en unas jornadas interculturales a las que fui invitado, el malestar de la juventud marroquí respecto de la dirección de su país, y me pareció oportuno recordar un artículo que leí hace tiempo en el Periódico de Aragón en el que un camionero marroquí hablaba de su país y de su monarca, del pesimismo, de las promesas incumplidas, de la pobreza, de la falta de libertad, de los asesores reales, del mamoneo y del servilismo y sobre todo de la falta de credibilidad en el monarca.
En dichas jornadas se me hizo una pregunta a mi parecer no falta de mala intención, ¿Cuándo prevés que el Pueblo Saharaui se someterá al reino de marruecos? Tuve la serenidad de tragar saliva primero, y pensé en una respuesta políticamente correcta como se suele decir, pero no me pude contener, “JAMÁS”. El pueblo Saharaui nunca se someterá al servilismo mamóm del monarca alauí. Estoy convencido que un pueblo que tiene una juventud como la saharaui jamás será sometida a nadie y traté de demostrar que este pueblo hace gala de su hospitalidad y que no pasa por el servilismo, por la ingratitud ni por la arrogancia pero que si pasa por la toma de una conciencia fundada en ideales y en convicciones democráticas. Y nadie debe olvidar, ni en los triunfos ni en las derrotas, que un hombre fuerte no es el que tiene siervos, bombas, cañones o metralletas, ni el que no quiere firmar el compromiso de “no” a las bombas de fragmentación; es el que tiene una conciencia limpia y libre que lo hace inmune a toda tentación servil, a todo vasallaje político y a todo temor.

Bendita juventud saharaui.

lunes, 26 de mayo de 2008

DIA DE CAMPO











Era muy tarde cuando recibí la visita de Selem, hermano mayor de Homad, tomábamos el último té antes de ir a dormir. Con su llegada sabía que la velada continuaría un buen rato. “Mañana nos vamos a pasar el día al campo, viviremos una jornada en el desierto para que bilbo se sienta un verdadero saharaui” La verdad es que a mí me hacía falta poco para que Selem lograra su objetivo, pues me siento saharaui y a veces creo que llego a pensar y comportarme como ellos, máxime cuando estoy en los campamentos. Pero lo cierto es que no imaginaba las emociones que sentiría en el día maravilloso de campo que me hicieron pasar.
Era bastante pronto cuando ya despierto notaba el movimiento de los preparativos. Naja entró al cuarto con la frenna humeante para servir el primer té del día, poco a poco iban acudiendo todos los muchachos de la familia, faltaba Homad, pero pronto llegó “los coches ya está ahí”. Perfectamente podríamos ser cuarenta personas con las mujeres y los niños, y, poco a poco nos íbamos acoplando en los vehículos entre mantas, palos, cuerdas y demás elementos que ni sabia lo que eran ni para que servían.
Los dos land roverd iniciaron la marcha cargados en exceso. Salimos del campamento y el viaje se me hacia interminable, mas de una hora ¿pero dónde estaba el campo? Si yo solo veía campo y más campo. Campo por todos sitios, todo igual, todo llano, todo piedras y arena sin ningún tipo de vegetación. A cada pregunta que hacía sobre dónde me llevaban, Homad me tranquilizaba con una sonrisa, “ya falta poco”. Fueron más de veinte “ya falta poco” cuando contemplé en el horizonte lo que me parecía un árbol. A cada instante que nos acercábamos el árbol se hacia mas nítido y una pequeña duna al lado. Ese fue el lugar que Selem eligió para hacerme pasar el día.
En un momento instalamos una jaima en la base de la duna mientras los niños daban volteretas en la fina arena y las mujeres colocaban una enorme alfombra bajo el árbol. Selem hizo que me sentara junto a él y empezó a explicarme cosas de su pueblo, mientras Jalil, Naja y Homad preparaban para hacer té.
“Bilbo antiguamente cuando nuestros abuelos perseguían las nubes y llegaban a un lugar de vegetación, instalaban las jaimas para protegerse del viento y del sol, los animales pastaban hasta que decidían partir a otro lugar. Se alimentaban con la leche y la carne de su ganado…..” El relato fue impresionante, no omitía ningún detalle, estaba recibiendo una clase magistral de la vida saharaui en el desierto, in situ. Llegué a emocionarme en varios momentos, ayudé a montar la jaima, ordeñé una cabra, comí dátiles con manteca, hice fuego, bebí té hervido con la leña que yo mismo recogí en un largo paseo, mastiqué resina de la talha, confeccioné una aguja con una de sus espinas, comí carne de camello asada sobre una piedra, hice té, incluso en uno de sus momentos de oración, sentado sobre una piedra también quise elevar mi plegaria a todos los dioses habidos, pidiendo justicia por y para ellos.
Cuando quise darme cuenta estábamos recogiendo para regresar al campamento. Un día espectacular. Pasado algún tiempo supe que para ellos también lo fue. Después estuve en otras ocasiones pero ninguna fue igual y aún cada vez que recuerdo y veo las fotos de mi primer día de campo, siento una enorme emoción.

miércoles, 21 de mayo de 2008

UN HIJO SOLDADO


Cuando “entré en quintas” me sentí alegre, una persona importante, empiezas a ser un hombre, decía mi padre, aunque posteriormente tuve que aprobar el examen de hombría en el Cuartel General del Ejército. Creo que aprobé con nota, pero no sentí nada nuevo al día que me tallaron. Y eso ¿era hacerse un hombre? Tenía muy claro que empecé a ser hombre unos años antes, para eso me sirvió la mili, para demostrarme que uno se hace hombre cuando es capaz de tomar decisiones importantes que pueden hacer cambiar el rumbo de tu vida y no por el mero hecho de besar una bandera y “servir a tu patria”, eso sí, compartí en cada momento el orgullo de mi padre de tener un hijo soldado.
Hoy, remirando las fotos que traje esta semana santa de los campamentos me asaltó este recuerdo y me siento tan orgulloso o tal vez más que se sintió mi padre por tener un hijo soldado.
Hoy, aquel mocoso que vino a mi casa por el año 2000 y que llegaba de los campamentos de refugiados con una mochila cargada de alegría, es soldado. Un soldado saharaui.
Pero que esté orgulloso no quiere decir que no esté triste a la vez, pues ambas cosas son perfectamente compatibles. Pero es que también siento rabia, una rabia que genera la forma y el momento en que mi hijo decidió hacerse soldado.
Han sido muchas las horas de conversación con Homad, muchos los planteamientos alternativos. Él perfectamente podía haber sido otra cosa, pero no ha querido. Quería ser soldado y lo es. Se siente orgulloso de estar ahí para defender la libertad y representar a su pueblo con su uniforme de soldado

Me siento orgulloso de la libre elección de mi hijo y del riesgo que ello conlleva, pero la vida también es importante y se debe defender al igual que la libertad. Un soldado sabe los riesgos que corre en una posible guerra y los acepta lo mismo que lo aceptamos sus familias, lo que no podemos aceptar es que jóvenes que deberían pensar en otra cosa, estén preparados para lo peor en este caso, porque unos sinvergüenzas no quieren hacer cumplir la legalidad internacional.

Homad, como otros muchos jóvenes son el ejemplo de un pueblo que quiere a toda costa que se restablezca el agravio que están sufriendo, aún a cambio de su propia vida.

Siempre estuve en contra de las acciones belicosas, hoy como es normal ese sentimiento se magnifica.

martes, 20 de mayo de 2008

VENERABLE MOHAMED


Cuando la bóveda del desierto se hace negra y se llena de estrellas, te invita a mirarlas, las haces tuyas, quisieras abarcarlas todas a la vez. Te trasmiten paz, sosiego, es todo un espectáculo verlas como si estuvieren colgadas por hilos invisibles y que llegan a darte en la nariz. Es majestuoso.
Mohamed, mi hermano, padre de Homad, es un amante de la noche, me enseña a interpretar los sonidos, a analizar el silencio. Conoce cantidad de estrellas. Las llama con nombres árabes que no sabe traducir. Pasamos largos ratos contemplando el cielo, no importa si hace frío o no. Me explica como orientarse solo mirando a las estrellas.
En mis estancias en los campamentos casi a diario tenemos una cita con el cielo.
Esa noche hacia calor, nos permitía tomar el té en el patio sobre una alfombra y me empezó a hablar de ellas. Tiene sus preferidas, me señala su posición extendiendo su brazo al cielo. “A ellas les hablo, son fieles compañeras, ves aquellas que tienen forma de flecha, señalan nuestra tierra, gracias a ellas sé siempre donde está mi familia” Mohamed se emociona cuando me habla de ella y de lo duro que fue para él dejar a sus padres y hermanos en el Aium. Tan solo hace un año pudo disfrutar de un viaje con NNUU a los territorios ocupados a ver a su padre ya muy anciano y ciego. “Bilbo hacía treinta años” treinta años repite una y otra vez hasta quedarse sin voz. Llevó a toda la familia. Estuvieron solo cinco días pero a él le parecieron un suspiro. Que crueldad….Cada vez que llegamos e este punto cambia de tema y me habla de Homad, el hijo que compartimos, intuyo que siente predilección por él. Quiere que venga a España, no le gusta que esté en las regiones militares,”es muy niño” dice entre dientes.

Mohamed es un hombre prudente, muy prudente, conoce y respeta el desierto, a pesar de todas sus heridas abiertas, no muestra jamás resentimiento.
Dice con los ojos dirigidos a la pequeña flecha de estrellas “me gustaría morir en el Aium y tener a todos mis hijos cerca”, “no es momento de hablar de muerte y menos tu que has coqueteado con ella en multitud de ocasiones, Dios nos dará larga vida y veremos aquello por lo que hoy luchamos”. Como hace siempre me abraza y me pone la mano en el pecho

Tomábamos el tercer vaso,…

lunes, 19 de mayo de 2008

TOMO LA PALABRA...


Quiero apropiarme una vez más la palabra para expresar el sentimiento que emerge sutil con los recuerdos de mi primer viaje a los campamentos. Un viaje que no me dejaría indiferente y que fue el viento fresco que avivó la llama de esta hoguera que llevo dentro y que me quema a cada movimiento.
Llegué como el que llega a la nada, sin planificación, sin familia, solo con el objetivo claro de ver una realidad que me había sido contada y que a fuerza de ser honrado no me creía en su totalidad.. Del aeropuerto de Tindouf nos trasladaron en viejos camiones con rótulos de empresas españolas hasta Rabuni y de aquí tras pasar la madrugada en grandes tiendas militares, con las primeras luces del alba al campamento de Smara en mi caso. Me adoptó una familia Sabuti y Lala, que ya os comente en uno de mis primeros tés. También conocí a Mohamed y Decala, una familia cercana y que a la postre sería mi familia pasados los años.
Quiero detenerme en la llegada al campamento. Nada mas poner los pies en el suelo no daba crédito a lo que veía. Una marabunta de niños nos rodeaban con los ojos vivarachos buscando entre los visitantes a sus familia, su familia española. Pocos eran los que ese día hicieron realidad el sueño de tener en su jaima a sus padres o hermanos españoles, pero todos te querían saludar, sentir el contacto físico del choque de manos. Preguntaban por sus familias españolas, “Jose de Valencia”, “Rocio de Sevilla” “Andoni de Bilbao”,”Paula de Madrid” “¿han venido?“ ¿Tú de donde?”. En ese momento no me hubiera importado hacer el camino de vuelta. En unos minutos llantos de mujeres que enfundadas en telas de vivos colores abrazaban a su familia y se cargaban con el equipaje “vamos, vamos”, me daba la impresión de que los visitantes en su totalidad les pertenecían desde ese preciso instante. Esa alegría chocaba con la desolación de la inmensa mayoría “mi familia vendrá en el mes dos o en el mes cuatro”

A pesar de ser diciembre el calor se dejaba notar. ¡Dios, que era aquello! Tiendas de lona, infinidad de tiendas y pequeñas habitaciones de adobe llenaban las retinas. Recuerdo que pase un buen rato contemplando lo que me rodeaba, arena y polvo, jaimas y niños. Justo al lado un edificio de una planta pintado de rojo y una vieja ambulancia en la puerta. A lo lejos montones de chatarra y alguna cabra merodeando alrededor. Un poco a la derecha las copas de unos pequeños árboles , una mujer golpeaba con el pie una bombona de gas camino de no se donde; al lado, en el interior de una jaima, un hombre vestido de azul y tocado con un turbante negro alzaba la mano en señal de saludo. Un vehículo blanco con el anagrama de NNUU levantó una polvareda impresionante….. ¿Pero cómo es posible?, todo lo que me contaban los pequeños embajadores saharauis lo tenía ante mí, Estaba contemplando una realidad que yo creía fantasía de niños. Unos minutos más tarde degustaba el primer té en casa de Salek Sabuti y después un vaso de agua….. tan caliente como el té. Y es que en ocasiones la realidad supera a la ficción.

En aquel momento no imaginaba que de todo aquello haría mi propia causa. Que a aquella gente les llamaría hermanos. Tampoco imaginaba que años mas tarde sería familia de acogida, que me dirían padre en una de aquellas jaimas, que comería pan hecho en la arena en pleno desierto; que iría viendo poco a poco el encanto que tiene su hospitalidad, y mucho menos que año tras año llevaría alegría a una familia que veo que envejece conmigo.

POR VOSOTROS MÁRTIRES SAHARAUIS




El día 20 de mayo se conmemora el aniversario de la creación del Frente Polisario. Es un deber en estas fechas recordar a todos los valientes saharauis que tomaron la determinación de crear una formación que a la postre sería de gran trascendencia para su pueblo. Protagonistas de una lucha sobrehumana en condiciones tremendamente difíciles para lograr la autodeterminación nacional saharaui.

La historia es conocida: los acuerdos tripartitos de Madrid, la ocupación con la marcha verde, el abandono por parte de España, la invasión marroquí-mauritana, el éxodo a la Hammada argelina, la lucha armada “impuesta” por defender el derecho a la libertad, la creación de los campamentos, la tregua, la entifada………

Desde que en 1991 se llegase al acuerdo de frenar la contienda bélica, el Frente Polisario tiene otro frente abierto, la diplomacia, sin que hasta la fecha se hayan obtenido logros relevantes para los sueños de todo saharaui, vivir en su tierra, libres y en paz.Fueron valientes, y ese arrojo de valentía les llevó a encrucijadas de las que no todos pudieron salir y saborear el triunfo del trozo de tierra liberada. Muchos cayeron víctimas del plomo enemigo y en la actualidad siguen siendo valientes que no les importa dejar la vida en cualquier acera de cualquier ciudad de los territorios ocupados bajo el látigo marroquí. Ya sean unos u otros, con nombres reconocidos o anónimos, desde estas humildes líneas, sirva de tributo y homenaje a la memoria de todos los mártires que mancharon con su sangre una tierra que todavía les es negada.

Son y seguirán siendo líderes carismáticos, el ejemplo heroico de todos los saharauis y el paño donde enjugamos las lágrimas todos los que conformamos el colectivo solidario con el pueblo saharaui.

Por y para vosotros, Bassiri, Luali………… Lembarki Hamdi, Lejlifa Abba Chej…….. y todos los mártires de la causa nacional. Que Alá os tenga a su lado.

jueves, 15 de mayo de 2008

A DIOS ROGANDO


Osman es singular, para cada cosa tiene un chascarrillo, es gracioso por naturaleza. No hay reunión familiar que no sea por unos minutos el centro de atención, sus cuentos-verídicos y sus ademanes contagiosos hacen reír a grandes y chicos. En cualquier momento y en cualquier situación es una auténtica alegría el compartir con él unos minutos. Intenta, consiguiéndolo, hacerme reír porque dice que soy muy serio. A cada momento que estamos juntos me pide que le cuente chistes y consigo muy pocas veces que se ría porque en la mayoría de los casos no entiende lo que le cuento, “bilbo no tienes gracia”.
Pues un día que íbamos del Aium a Smara en un coche viejísimo, teníamos que bajarnos y empujar a cada cuesta que nos encontrábamos en el camino. Pasado Auserd llegamos a una gran cuesta y más de lo mismo. Cuando nos disponíamos a empujar, Osmán se puso a rezar. Nos quedamos mirando y dice que va a pedir ayuda a Dios. En ese momento le dije “Osmán a Dios rogando y con el mazo dando”. Vino hasta mi y me pidió que le explicara que quería decirle. “si alguna vez te pasa algo, está muy bien que te encomiendes a Dios, que empieces a rogarle, a pedirle, rezando, que te saque de esa situación, pero, si de verdad quieres salir no te quedes de brazos cruzados mientras esperas que venga Dios y a través de un milagro solucione tu problema” . Empezó a reírse como un loco, “es muy bueno este chiste bilbo, el mejor que me has contado” nos contagió a todos la risa y después de un buen rato, cuando subimos la cuesta, Osmán nos decía “Ya estamos arriba gracias a Dios y al mazo”.

Y es que Osmán es único.

miércoles, 14 de mayo de 2008

IRENA SENDLER, "ANGEL DE LA TIERRA"


Hace un par de días, cuando estaba dando forma a mi particular homenaje de la mujer saharaui, dejaba este mundo una de las mujeres ejemplo de la historia. A sus 98 años Irena Sendler, la “madre del holocausto” voló para reunirse con sus niños, los que no pudo salvar de las garras nazis.

Cuando Alemania invadió Varsovia en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social. En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia y fue entonces cuando Irena se une al Consejo para la Ayuda de Judíos.

Irena arriesgó su vida en la Varsovia ocupada por los nazis para salvar de la muerte a 2.500 niños judíos ante las mismas narices de los soldados alemanes. Sendler logró sacar a los pequeños del gueto de las formas más inverosímiles: escondidos en la basura, en ataúdes o en cajas de herramientas. Luego, los ocultaba en el seno de familias católicas y en conventos para evitar su traslado a campos de concentración.
Enterraba en un jardín vecino en botes de conserva las identidades de los niños que salvaba, con la nuevas identidades que les ponía. Al finalizar la guerra, ella misma las desenterró, con el objetivo de localizar e identificar a los niños.

Fue dada por muerta y adquirió una nueva personalidad: Jolanta la llamaban los niños.

Unida ya a mi santuario personal quiero dedicarle como no podría ser de otra forma un té, en comunión con todos los colectivos solidarios, para que pueda ser la luz ejemplar de cuantos intentamos aportar un granito de arena a favor de la justicia en el mundo. Para no sentirme solo en este mágico ritual, Mercedes, sabedora de mi gusto por el té ha tenido a bien de invitarme y hacer los honores en el perfecto manejo de la palabra:

Amargo…

Ya vuela hacia el cielo el ángel del gueto.
Varsovia de luto se viste. Llora, llora el cielo que fue testigo de la heroicidad humana. La mamá del Holocausto ha dejado huérfanas a 2500 familias, 2500 familias que hoy existen porque una vez en el seno de una familia un papá educó a su hija en los valores más humanos que existen, explicándole que en el mundo coexistían dos tipos de personas, las malas y las buenas, y que ser de las segundas era la mejor elección.


Dulce…

Irena Sendler, ángel de Varsovia, te reclamaron en el cielo dejando en la Tierra la herencia de la mayor lección de humanidad. Ángel de tierra. Allá en el cielo no te hallarán sola, 2500 padres aguardaron impacientes tu llegada, 2500 madres venderían su alma por ti al diablo…Porque una vez tú llevaste calor y dulzura a la vida inerte de sus hijos. Porque fuiste padre, madre y ángel de la guarda.
“Has llenado almas de esperanza, no ya sobre la vida, sino sobre la condición humana”.


Suave…

“Jolanta, allá ya no tendrás jardines cómplices que guarden secretos. Allá no habrá torturas ni falsas identidades. Allá serás tú, y serás feliz”.

Desde este rincón, desde el cual se grita fuerte para despertar ángeles dormidos, lanzamos al cielo águilas blancas que dibujan mil estrellas a su paso.
Ángel de Varsovia, echa una mano desde allá. No permitas que se repitan atrocidades… no más guerras, no más jardines encubridores.

“Irena, nuestro más sincera gratitud. Tu herencia, tu legado, serán referencia para esos niños que quieren ser buenas personas. Alzando nuestros vasos al cielo, Nahabuc,”.

BOUBIN, EL GUERRILLERO


Torturas, desapariciones forzadas, asesinatos y masacres cometidas por poderosos operativos marroquís en la mayor impunidad. Una y otra vez, el Consejo de Seguridad de NN UU y sus observadores de derechos humanos se hacen cómplices de la potencia represora y ocupante, cómplices del constante ultraje de los derechos inalienables de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.
La entifada saharaui sigue con su planteamiento de lucha incansable, de movilización permanente por el reconocimiento a su derecho de elegir libremente su futuro.

Hoy recuerdo a Boubín. Es un amigo saharui, herido en combate cuando Luali fue muerto allá por Mauritania. Pequeño de estatura pero grande en sentimientos, un hombre al que gusta hablar español y preocupado por los problemas de su pueblo como el primero. Un hombre que siente la hospitalidad como el más preciado legado de sus antepasados. Es carismático, hace de todo, desde matar un camello a acariciar con ternura a su último hijo.
Han sido muchas las visitas que nos hemos hecho en los campamentos y puedo asegurar que es un hombre que sufre y mucho por la represión constante de sus hermanos en los territorios ocupados. Para él nada es indiferente, sea de aquí o de allá, sea concerniente a saharuis o a amigos españoles, él es así siempre comprometido. De entre las numerosas conversaciones, hoy quisiera destacar un comentario que me repite en muchas ocasiones refiriéndose a El Uali Mustafa Sayed “vivió y murió por algo … un algo que sobrevive en la memoria de todos los saharauis , de todos los que desarrollan la resistencia. Sobrevive en cada uno de nosotros, en los activistas y constructores de la lucha cotidiana por nuestro futuro, en la mirada expectante de los jóvenes que quieren saber que pasó, en el calor de la sangre que derrama cada saharui. Sobrevive aquí y ahora y en cada uno de vosotros los amigos defensores de nuestra causa allá por donde vayáis.”
Yo le llamo Boubin “el guerrillero”. Cuando lo oye entorna los ojos y me sonríe con complicidad.




Sidahmed , ese algo también vive en ti y que mantenga viva la llama a pesar de la distancia. Un abrazo

lunes, 12 de mayo de 2008

AMIGA FATMA


Reza un dicho árabe “que Alá te mande a la Hammada”, más bien diría una maldición, y de las más crueles, puede que sea la peor y más inhóspita zona del desierto, sin lugar a dudas un infierno, una extensión infinita y llana, un pedregal donde las temperaturas pueden volverte loco.

Pues allí, en la Hammada se está realizando cotidianamente el milagro de la vida. Allí las mujeres saharauis, las polisarias, han creado una comunidad preservando todas y cada una de sus costumbres. Polisarias y digo bien, porque ellas son también soldados, guerrilleras que tomando como armamento su dignidad y su valor han ido dando forma a una sociedad de las que sin duda son las protagonistas, asumiendo con total responsabilidad la organización y administración de los campamentos. Son las guardianas de la historia saharaui, de su cultura, velando incansablemente por la seguridad de los campamentos, vigías que denuncian permanentemente su vergonzosa esclavitud. Pero son a la par esposas, madres, compañeras, ubres repletas que amamantan cualquier esperanza, soñadoras, pacientes, inteligentes, organizadas, manos cariñosas, corazón generoso y sufridoras, inmensamente sufridoras.
Cuando alguien en la Hammada es capaz de sembrar rosas y que éstas florezcan, hay que gritarlo al mundo. Para la mujer saharaui, no hay muros ni minas.
……
Ayer me llamaron de los campamentos para decirme que Fatma, la matriarca de mi casa, estaba enferma.

Fatma es una anciana inteligente, callada y soñadora, una POLISARIA. Pero la noto cansada, poco a poco va perdiendo el brillo de sus grandes ojos. Puede que sea por su llanto diario añorando al hijo que tuvo que dejar en su huída. Puede que los años la estén derrotando…

Fatma, aguanta, que si la Hammada no ha podido contigo no puedes venirte abajo y aún me tendrás que coger muchas veces la mano sobre tu regazo. Y te contaré cosas de españa, y seguiremos haciendo planes de si será en la playa o en tu casa dónde tomemos el primer té cuando vuelvas al Aium.

UN TÉ CON JAIDUMA


Me disponía a organizar las notas y los apuntes que había tomado durante el día cuando cantidad de gritos en alguna casa cercana llamaron mi atención. La curiosidad hizo que rápidamente saliese al patio y las mujeres de mi casa corrían deun lado para otro.
- bilbo se quema la cocina de Jaiduma.
Corrí junto a ellas hasta la jaima de nuestra vecina. Todo era humo, pero gracias a dios la situación la tenían controlada. Unas mantas y un poco de agua habían sofocado el pequeño fuego de la cocina. Jaiduma lloraba desconsoladamente mientras los niños agarrados a su melfa no perdían paso a su madre. Traté de hacerme cargo de los niños y pronto estaban todos jugando en mi cuarto con unos globos. Desde la puerta podía observar el ir y venir de Numma, Decala, Maluma, con pequeñas bolsas bajo el brazo hacia casa de Jaiduma.
Antes de que preguntara, Homad, adivinando mi intención decía “ahora tenemos que ayudar a Jaiduma, hay que poner en su cocina algunas cosas que se han estropeado para que esté igual que antes, además se está haciendo de noche y hay que llevar cena”. Asentí con la cabeza y me sentía triste porque no es justo que sucedan estas cosas. Homad me explicaba que el horno de Jaiduma ardió. Estaba haciendo un pastel.
Esa noche no me apetecía cenar, estaba disgustado de verdad, quería salir fuera y gritar con todas mis fuerzas, y de verdad que tuve que contenerme para no hacerlo.
Terminamos la cena y decidimos pasar por casa de Jaiduma. Allí estaban todas las vecinas, solidarias, dispuestas, desprendidas. La cocina estaba perfecta, limpia, muy limpia y ordenada, como si nada hubiera pasado y todo fruto de la ayuda incondicional de sus amigas.
Momentos después estábamos tomando té en la jaima. Hablamos de lo sucedido y poco a poco cada vecina con un pequeño saludo abandonaba la casa. Nosotros también nos marchamos. Días después supe que el pastel que Jaiduma estaba haciendo cuando ardió su pequeña cocina era un regalo para mí.

jueves, 8 de mayo de 2008

martes, 6 de mayo de 2008

"HAY QUE SER PRUDENTES"


“Hay que ser prudentes”. La frase no tiene desperdicio, máxime cuando se pronunciaba a las puertas del referéndum en 1999. Todos creíamos que lo de votar por la autodeterminación sería coser y cantar. Muchas familias saharauis de los campamentos tenían sus baúles prestos para la marcha a la tierra que les vió nacer. “Hay que ser prudentes” decía Mohamed Mahmoud, y su prudencia le permitió no mover un solo bártulo de su casa, crearse las menos ilusiones y esperar paciente los acontecimientos. Con las resoluciones del Consejo de seguridad “Hay que ser prudentes”. Con los distintos Congresos del Frente Polisario “Hay que ser prudentes”. Con los gobiernos que prestan ayuda incondicional “Hay que ser prudentes……
Mohamed Mahmoud, es en sí un hombre prudente. Es verdaderamente prudente, analista y por supuesto sabio.
Quisiera ser prudente como él, pero yo no tengo la serenidad de análisis ni el sosiego que Mohamed me transmite en cada uno de los tés que tomamos juntos. Soy desconfiado, que nada tiene que ver con ser prudente, aunque muchas veces las desconfianza surte el mismo efecto que la prudencia en cuanto no hacerse falsas ilusiones.
La iniciativa del grupo de profesionales del celuloide español, viene a dar un empujón más con su recogida de firmas. Seguiré desconfiado porque el pueblo está con el Sahara, esa batalla está ganada. ¿Serán-seremos capaces de que el gobierno de un paso al frente ?. Es cierto que Barden tiene tirón y el apoyo que prestó en la última campaña debería ser ahora reconocido. ¿Qué pasará si el gobierno español desoye a los cineastas?, ¿Seguirán manifestándose a favor de la causa? Que subiremos un escalón, es cierto, pero el tiempo apremia y de momento no estamos para hacer ninguna comedía de este drama Sr. Colomo.
No obstante me solidarizo y firmo sin titubeos, porque a pesar de ser desconfiado, me agarro a un clavo ardiendo.
Carlos Bardem, Carmelo Gómez y Javier Bardem durante el acto de presentación de la web. Foto: EFE

sábado, 3 de mayo de 2008

viernes, 2 de mayo de 2008

UN GIRO MAS A LA TUERCA


Estos últimos días he perdido el buen humor. Las declaraciones del enviado personal don Peter, la resolución del Consejo, las reacciones de unos y otros, los dimes y diretes …… la verdad es que no debería sorprenderme porque es mas de lo mismo ,aunque sí sorprendente al menos que entre los miembros del Consejo de Seguridad haya discrepancias, unas discrepancias que acorralan un poco mas al pueblo saharaui.
Dicen que hay un tiempo para cada cosa, pues como estoy de acuerdo con ello, ahora es tiempo de cabrearme y por enésima vez de rebelarme. Tiene mucha razón Mohamed cuando me dice que está vivo y muerto a la vez, que matan silenciosamente, porque son responsables del pisoteo constante de la justicia, y sin mayor escrúpulo hay quien se opone a que en la resolución aparezca el compromiso de respetar los derechos humanos, pero ¿Cómo podemos creer que semejantes personajes vayan a hacer nada a favor de la justicia? Si don Peter Van Walsom lo dejo clarísimo diciendo que la independencia no era una meta alcanzable.
Unos toman posiciones, otros preparan sus armas, otros siguen con las mentiras de que todo es correcto, de que la situación está controlada. Pero vemos que no es así, que por mucho que se quiera minimizar la situación, la solución diplomática está muy lejos y ello juega a favor del ocupante. Habrá que prepararse para lo que venga, desde luego. Pero esta vez no diremos que nos cogieron por sorpresa, que quién lo iba a decir, que no parecía...
Por eso estoy cabreado , debería tener alguna idea concreta sobre cómo actuar, qué hacer, con quíen, dónde, cuándo. No la tengo. Y por eso me cabreo aún mas y reivindico en esta ocasión el cabreo como actitud de repulsa hasta que se nos ocurra algo práctico y concreto.