LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO

Luisito, era un buen chico, la situación belicosa del momento no era la mas propicia para concentrarse en los estudios y a pesar de haber sido suspendido, quería que su padre le comprara una bicicleta. Esa situación iba a obligar a postergar la compra. Y el retraso, como la propia guerra, durará mucho más de lo esperado.

Recuerdo que la película de Jaime Chávarri “las bicicletas son para el verano” llegó a producirme úlcera.

Mohamed es un buen chico, la situación de los campamentos no es mejor que la que vivió Luisito en el film, ni la más propicia para concentrarse en nada y a pesar de ello Mohamed no suspende . Quería una bicicleta y los amigos que dejó en España han hecho una colecta para que su sueño se hiciera realidad y no tenga que esperar a que soplen mejores tiempos. Éste, también podría ser el argumento de una película.
Fue una auténtica odisea, encontrar una bicicleta en los campamentos puede llegar a ser una misión imposible. Pateamos arriba y abajo preguntando por una bicicleta que se adaptara a nuestras exigencias. Pasaban los días y no encontrábamos nada.
Homad estaba preparado para a ir a Tindouf a buscarla cuando alguien se representó con una bicicleta a la puerta de la casa. “Es la mejor bicicleta de todo el sahara, la más rápida, el color es zein zein y no necesita gasolina”. Exploté de la risa por la ocurrencia de su vendedor y llegamos a un trato.

Mohamed ya tiene su pequeño tesoro gracias a Lulu y a otros amigos españoles.

“Las bicicletas son para el verano, el otoño, …” Y no me dio la real gana de postergar su compra.