miércoles, 7 de abril de 2010

JUVENTUD SAHARAUI


La juventud saharaui refugiada bien sabe lo que quiere. Tienen muy claro que viven de prestado en una tierra que no es suya y en la que es imposible acomodarse.
Los campamentos ofrecen pocas posibilidades a una juventud que está cansada de vivir con la mano tendida.
Muchos dejan a su familia en temprana edad para formarse a miles de kilómetros y otros se enorgullecen de ser soldados prestos a ofrecer su vida por lo que mas ansían, la vuelta a la tierra de sus abuelos.
Traigo de nuevo un retazo de una de las conversaciones mas profundas que he tenido con mis hijos

"Bilbo, no hay nada que perder. No tenemos tierras, ni casas, ni huertos, ni ganado suficiente. No tenemos agua, ni mercado. No hay una posición social que defender ni una calidad de vida que deseemos perpetuar o salvaguardar. No hay nada que podamos perder en una guerra excepto la vida. Y la vida no tiene sentido si con la paz estamos perdiendo nuestra única posesión: ser saharauis, serlo en nuestra tierra, ser libres. En el fondo, nuestro mas profundo sentimiento.”

Los refugiados saharauis no viven en continua contradicción como quieren dar a entender los asistentes al muro de cierto medio radiofónico. Los saharauis sueñan con volver al Sahara Occidental y de ninguna manera sienten como propia la tierra que Argelia les ha cedido. Quienes les conocemos podemos asegurar que los jóvenes saharauis tienen el corazón hecho para el sufrimiento y el alma preparada para la contienda. Los jóvenes saharauis han dejado de ser frágiles criaturas del desamparo internacional, y a buen seguro que se convertirán en jóvenes con patria, con sueños, con ilusiones y con libertad. No tengáis la menor duda.

1 comentario:

Francisco O. Campillo dijo...

Bilbo
Ojalá que tus deseos -nuestros deseos- se hagan pronto realidad.
Un abrazo solidario.