No se puede entender el compás de espera poniendo muertos sobre la mesa. El mundo no puede continuar ni mudo ni ciego. La amenaza del olvido se cierne sobre los cuerpos inertes de quien da la vida por la libertad de este pueblo desamparado. No debemos mirar para otro lado porque con ello les estamos condenando a mirar al pasado sin atisbos de esperanza para construir un futuro.
La Comunidad Internacional debe colocar a cada uno en su sitio. Al verdugo habrá que juzgarlo por los crímenes que impunemente está cometiendo, por romper el alto el fuego una y otra vez utilizando al ejercito armado contra los civiles indefensos. A las víctimas habrá que colocarlas al lado de la defensa de la legalidad.
Marruecos decretó hace tiempo la caza de saharauis, no le importa quedarse sin coartadas mientras los saharauis se queden sin posibles salidas. Los hijos de las nubes no quieren el perdón del verdugo, se quiere justicia, una justicia que no llega y que obligará a un pueblo generoso y valiente a poner no solo muertos sobre la mesa.
La Comunidad Internacional debe colocar a cada uno en su sitio. Al verdugo habrá que juzgarlo por los crímenes que impunemente está cometiendo, por romper el alto el fuego una y otra vez utilizando al ejercito armado contra los civiles indefensos. A las víctimas habrá que colocarlas al lado de la defensa de la legalidad.
Marruecos decretó hace tiempo la caza de saharauis, no le importa quedarse sin coartadas mientras los saharauis se queden sin posibles salidas. Los hijos de las nubes no quieren el perdón del verdugo, se quiere justicia, una justicia que no llega y que obligará a un pueblo generoso y valiente a poner no solo muertos sobre la mesa.
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