Esta primera semana de abril se parece a una de esas groseras bromas que se gastan ese primero de abril o Dia de los Inocentes, aunque los dirigentes de Marruecos no tienen de inocentes. Fue como una semana de pesadilla para los siervos de la Francia colonialista. Vieron cómo el jefe de la diplomacia de la mayor potencia del mundo pasaba la noche por primera vez en el país que defiende los derechos del pueblo saharaui. Ese país conocido pour sus celos por su riqueza y sus principios: Argelia.
En el Palacio Real de Marruecos, se ponen furiosos viendo como Argelia recuperó su estabilidad y se convierte en una potencia militar regional, diplomática y económica mientras que las críticas llueven sobre el régimen despótico de Mohammed VI. En el momento en que el príncipe de la libertad y la dignidad, Hicham Alaoui, se dispone a publicar su libro para denunciar las mentiras transmitidas por el Majzen y sus aliados de Francia sobre la "democracia sanguinaria" establecida en Marruecos.
Los Marroquíes, incluidos aquellos que se autoproclaman "demócratas" , "de izquierdas" , "revolucionarios", sueñan con ver Argelia caer en el caos al igual que Libia, Siria y Egipto. En lugar de eso, lo que ven es una Argelia que se convierte en la Meca de los dirigentes de los países más poderosos del mundo que buscan sus consejos y quieren beneficiarse de la política visionaria de sus líderes. Razones suficientes para provocar una depresión crónica en el palacio de Mohammed VI.
Fuente: DiÁspora saharaui
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