Discurría uno de los muchos paseos por la daira, y como en la mayoría de los casos sin un rumbo cierto, aprovechando cada situación para disparar una y otra vez la cámara. La riqueza para el objetivo es tal que cualquier simple detalle lo enfocas una y mil veces hasta que ves el momento de la instantánea y en una de aquellas ocasiones se produjo el milagro de la óptica. A lo lejos se ofrecía a mis ojos una pared de adobe, lo que debiera ser hasta las inundaciones pasadas parte de una vivienda, quise hacer una foto y el zoom llevó hasta mis ojos unos ancianos saharauis, sentados junto a ella y que parecían estar conversando unos frente a otros resguardándose de un ligero viento. Y como la curiosidad es tan atrevida desvié la ruta y me acerqué con toda la naturalidad del mundo, como si ese fuera el camino que habitualmente recorro. Al llegar a ellos me detuve para saludar, y fui correspondido con frases en hassania, frases que por supuesto no entendí, como es natural yo hablaba en castellano hasta que uno de ellos dibujando una sonrisa, no sin recelo, contestó el saludo también en castellano. Me hizo una indicación con la mano para que me acercara, y como era lo que iba buscando me senté junto él. Los demás seguían concentrados en un juego parecido a las damas.
¿De que parte de españa eres?
de Castilla la Mancha,
ah, sí, eso era antes Castilla la Nueva…… madrid, toledo, ciudad real, cuenca y guadalajara…. Yo no he estado nunca en la peninsula , pero aún tengo en casa algunos libros. Mi hermano si estuvo allí y murió en la guerra, cerca de Madrid, se llamaba Mahmoud, era militar , yo me llamo Mohamed y entonces era muy pequeño sabes….. descansaba el tiempo justo de tomar aire para continuar….. yo iba a la escuela con chicos españoles en nuestra tierra y después de la escuela conviví mucho con unas familias que trabajan en los fosfatos quetenían hijos de mi edad, después fui pescador en un barco con españoles en Dahla, no hablo mucho español, pero me gusta y cuando puedo practico, ya casi lo tengo olvidado….. Tu estás en casa de Jadilla, es mi sobrina, allí en aquella haima, es buena gente, viniste hace dos días, tenía pensado ir a saludarte para si vienes otra vez me traigas algo para el dolor de rodillas… esa es mi haima, estamos cerca , pero no te detengo más, si quieres marcharte.
Pero cómo iba a querer marcharme, le ofrecí un cigarrillo que no aceptó y señalando al anciano del bastón sobre las piernas…..sólo fuma Alí Selem, cuando hace frío le duele el pecho, pero fuma “manilla” ….. Le tendí la cajetilla y tomó uno que enseguida encendió y fumó recreándose en cada bocanada de humo. Terminaron la partida y se levantaron, yo también me levante y me despedí agradeciendo el rato que me permitieron estar con ellos.
Si mañana no hace mucho viento volveremos aquí, puedes venir si quieres
-Inshallah les respondí. Todos me miraron y se rieron, puede que por la pronunciación o por el atrevimiento de despedirme de esa manera.
Y allí estuve, como un clavo acompañado de Homad y Abdala, pero hacia bastante viento y no llegó ninguno de ellos, pasamos por la haima de Mohamed y nos invitó a pasar, sabía que iria a visitarle, todo estaba dispuesto para recibir a su visitante, tomamos té, me hizo muchísimas preguntas y me contó algunas cosas del Sahara, de la expulsión de su tierra, de las bombas de fósforo blanco y de cómo ardía la gente por sus efectos , de la guerra, de Bassiri, de Luali , de los primeros niños que salieron a estudiar al extranjero, del corán, cuentos de animales que hablaban. …….mientras tanto los muchachos y yo escuchábamos atentos y su hija con la mirada perdida hacia el suelo escanciaba el té con precisión matemática.
Desde entonces es de obligado cumplimiento pasar algún atardecer por el mentidero de de mis venerables amigos Mohamed ,Ali Salem, Brahim, Salama, Sidi, Abdelaziz …….. No hay hora fija de reunión, pero son fieles y sólo el viento les impide acudir a su cita.
Imagino que continuarán reuniéndose, y mientras tanto desde la distancia, seguiré gritando que los venerables ancianos saharauis, siguen esperando.
¿De que parte de españa eres?
de Castilla la Mancha,
ah, sí, eso era antes Castilla la Nueva…… madrid, toledo, ciudad real, cuenca y guadalajara…. Yo no he estado nunca en la peninsula , pero aún tengo en casa algunos libros. Mi hermano si estuvo allí y murió en la guerra, cerca de Madrid, se llamaba Mahmoud, era militar , yo me llamo Mohamed y entonces era muy pequeño sabes….. descansaba el tiempo justo de tomar aire para continuar….. yo iba a la escuela con chicos españoles en nuestra tierra y después de la escuela conviví mucho con unas familias que trabajan en los fosfatos quetenían hijos de mi edad, después fui pescador en un barco con españoles en Dahla, no hablo mucho español, pero me gusta y cuando puedo practico, ya casi lo tengo olvidado….. Tu estás en casa de Jadilla, es mi sobrina, allí en aquella haima, es buena gente, viniste hace dos días, tenía pensado ir a saludarte para si vienes otra vez me traigas algo para el dolor de rodillas… esa es mi haima, estamos cerca , pero no te detengo más, si quieres marcharte.
Pero cómo iba a querer marcharme, le ofrecí un cigarrillo que no aceptó y señalando al anciano del bastón sobre las piernas…..sólo fuma Alí Selem, cuando hace frío le duele el pecho, pero fuma “manilla” ….. Le tendí la cajetilla y tomó uno que enseguida encendió y fumó recreándose en cada bocanada de humo. Terminaron la partida y se levantaron, yo también me levante y me despedí agradeciendo el rato que me permitieron estar con ellos.
Si mañana no hace mucho viento volveremos aquí, puedes venir si quieres
-Inshallah les respondí. Todos me miraron y se rieron, puede que por la pronunciación o por el atrevimiento de despedirme de esa manera.
Y allí estuve, como un clavo acompañado de Homad y Abdala, pero hacia bastante viento y no llegó ninguno de ellos, pasamos por la haima de Mohamed y nos invitó a pasar, sabía que iria a visitarle, todo estaba dispuesto para recibir a su visitante, tomamos té, me hizo muchísimas preguntas y me contó algunas cosas del Sahara, de la expulsión de su tierra, de las bombas de fósforo blanco y de cómo ardía la gente por sus efectos , de la guerra, de Bassiri, de Luali , de los primeros niños que salieron a estudiar al extranjero, del corán, cuentos de animales que hablaban. …….mientras tanto los muchachos y yo escuchábamos atentos y su hija con la mirada perdida hacia el suelo escanciaba el té con precisión matemática.
Desde entonces es de obligado cumplimiento pasar algún atardecer por el mentidero de de mis venerables amigos Mohamed ,Ali Salem, Brahim, Salama, Sidi, Abdelaziz …….. No hay hora fija de reunión, pero son fieles y sólo el viento les impide acudir a su cita.
Imagino que continuarán reuniéndose, y mientras tanto desde la distancia, seguiré gritando que los venerables ancianos saharauis, siguen esperando.
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