miércoles, 23 de abril de 2008

VENERABLES AMIGOS




Entre tareas, hipotecas, atascos, preocupaciones que ensombrecen la alegría, relojes hiperactivos que no saber parar, debemos buscar unos minutos para demandar y exigir a grito partido el derecho a tener tiempo para contar, para contar cosas. Tiempo para contar cien cuentos si es preciso, cuentos llenos de magia y hacer que los ojos de nuestros amigos brillen como las estrellas. Y entre un té y otro hagamos un colchón de tiempo, de ese tiempo que me decía Brahim, para poder reclamar el derecho a gritar, el derecho a manifestar los sentimientos, el derecho a contar las vivencias del desierto, el derecho a pintar una puesta de sol con la palabra.
Entre tanta tarea, hipotecas, atascos y preocupaciones, un pueblo se bebe la esperanza sorbo a sorbo, muere poco a poco en la distancia , borrándose las huellas de un largo camino que no tiene retorno sin que la comunidad internacional haga nada por impedirlo.
Hoy quiero y tengo tiempo para manifestar una vez más mi repulsa, pero no lo haré con ataques que a nada me conducen, lo haré recordando una vez mas a los ancianos saharauis, a los venerables amigos, gente que con solo decir una palabra encienden la ilusión de sentir la libertad, que con solo sonreir nos invitan a apoyar nuestra cabeza sobre su hombro y que con solo su mirada nos hacen recorrer la magia del desierto. Gente que con solo tenderte la mano rompe la soledad, que con solo empuñar el tidinitt hacen sinfonías de noches y estrellas. Gente que con solo abrir la boca llega a los confines del alma, inventando sueños y alimentando el candil de la esperanza.
Hoy quiero gritar, porque es la única arma que tengo y porque quiero que estos ancianos vuelvan a pisar su tierra y no mueran en un destierro, solitarios y abandonados.
Por todos vosotros amigos, porque se que a la vuelta de la esquina en este mundo de tareas , hipotecas y atascos, seguiréis estando, tan nobles y tan necesarios, tendiendo la mano al amigo que cruza por la puerta vuestra haima.

2 comentarios:

Xela dijo...

Yo también me tomo mi tiempo, porque quiero y puedo, y uno mi grito al tuyo. Una voz lejana, se escucha más cerca cuando la acompañan otras. Espero que seamos muchos los que unamos nuestro grito al tuyo y se nos escuche con más nitidez. Un saludo.

bilbo dijo...

No veas como he agradecido tu visita.
Amiga aquí me tienes para lo que quieras y ójala en el próximo viaje podamos tomar un té juntos en las dunas. Espero seguir teniendo tus visitas para que al menos podamos compartir el mismno sentimiento de justicia para nuestros amigos en cada uno de los tés que poco a poco iré sumando en el blog.
Un abrazo
bilbo