jueves, 15 de enero de 2009

DIBUJAR UNA SONRISA


Anoche fue una de esas noches en las que intentando dormir, me quedé con los ojos abiertos como platos esperando que el sueño llegase a visitarme. Dí vueltas y vueltas sin encontrar la postura cómoda que me permitiera el descanso, y en mi cabeza se hilvanaban pensamientos sin conexión lógica alguna, guerras y sufrimiento, miedo y tristeza, risas y llantos, amaneceres y esperanzas, palestinos y saharauis. Inexplicablemente fueron encontrando el modo de enlazarse como en una cadena. Fue entonces cuando me asaltaron esos pensamientos que me hacen feliz y me duelen a un tiempo, esos que siempre tiene un hueco en mi baúl, que vuelven una y otra vez, incansablemente, imágenes de mis viajes a los campamentos que van dibujando una y otra vez una sonrisa en la inmensidad del desierto. Ayer me sorprendió la sonrisa del Jalil o “bilbo pequeño” -como a él le gusta que le llame-.
En ese instante, pienso que existen personas especiales que poseen esa tibieza en el abrazo que te hacen desear no salir nunca de ahí. O que tienen ese tacto en sus dedos capaz de transmitirte sensaciones de amistad. O que llegan a contagiarte la alegría de tal manera, que como los mejores pintores dibujan una sonrisa en tu cara, fiel reflejo de la que en esos momentos te regalan ellos.
Hoy no quiero noticias ni saber del mundo y sus tristezas. Hoy me quedo con la sonrisa de “bilbo pequeño” y quiero compartirla con vosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay sonrisas que lo dicen todo.
La foto me trasmite una gran alegría. Saludos

Rex

Anónimo dijo...

Esa carita... que maravilla de sonrisa. Sus ojos... trasmiten esperanza, alegría. Por un Sahara Libre.