Es hora de felicitaciones. La prensa , radio y tv bombardea con galardonados de este o aquel certamen. No seré yo quien cuestione ninguno de ellos y no tengo por menos que unirme a la felicitación de casi todos.
Es de justicia decir que en ocasiones no están todos los que son y desgraciadamente no son todos los que están, o al menos dejan una duda sobre el merecimiento de este o aquel premio.
Que las decisiones de los jurados son inapelables, es básico en todo reglamento. Ello me da argumentos para poder estar de acuerdo o en desacuerdo con el resultado final, eso sí, admitiendo el veredicto de las votaciones porque en la mayoría de los casos no conocemos a quien se premia.
Hace unos días comentaba que hay premios que dan prestigio pero no dan libertad (Aminetu Haidar). Hay otros que además de prestigio dan dinero (Fernando Sabater). Otros que no dan ni una cosa ni la otra. Unos que se aplauden y otros que se cuestionan. El mundo de los premios es así. Hoy damos premios casi por todo, hasta por sufrir.
Paso por todos casi de puntillas. Digo casi, porque quiero detenerme en el nobel de la paz. No pretendo crear polémica ni con el premio ni con los premiados, hacer la observación de que en esta materia hay que ser enormemente prudentes.
Dicen que hay que mirar la historia para no cometer los errores del pasado. Por la PAZ, se han premiado por parte de Comité Nobel del Parlamento Noruego a personajes que no les importó implicarse en los bombardeos de Camboya, Laos o Vietnam; a otros que cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad; a gente que en sus puestos permiten la flagrante violación de los derechos humanos…..
El nobel 2008 por la Paz ha recaído en Martti Ahtisaari, ex primer ministro de Finlandia, mediador internacional entre países con conflictos. Inventor de la fórmula mágica “todo conflicto tiene una solución” (para nota). De gran currículo como mediador en conflictos.
Pero Sr. Ahtisaari, su paloma vuela bajo, su paloma está herida porque debo recordarle que Ud. en los ochenta fue representante de la ONU en el conflicto del Sáhara, y pasó desapercibido, a hurtadillas, definiendo la situación como un "conflicto menor". En la actualidad sigue siendo mediador internacional, le escuchamos poco sobre el contencioso del Sáhara ¿qué pasa con su fórmula mágica? . Permítame Ud que no le felicite por su millón de euros
Es de justicia decir que en ocasiones no están todos los que son y desgraciadamente no son todos los que están, o al menos dejan una duda sobre el merecimiento de este o aquel premio.
Que las decisiones de los jurados son inapelables, es básico en todo reglamento. Ello me da argumentos para poder estar de acuerdo o en desacuerdo con el resultado final, eso sí, admitiendo el veredicto de las votaciones porque en la mayoría de los casos no conocemos a quien se premia.
Hace unos días comentaba que hay premios que dan prestigio pero no dan libertad (Aminetu Haidar). Hay otros que además de prestigio dan dinero (Fernando Sabater). Otros que no dan ni una cosa ni la otra. Unos que se aplauden y otros que se cuestionan. El mundo de los premios es así. Hoy damos premios casi por todo, hasta por sufrir.
Paso por todos casi de puntillas. Digo casi, porque quiero detenerme en el nobel de la paz. No pretendo crear polémica ni con el premio ni con los premiados, hacer la observación de que en esta materia hay que ser enormemente prudentes.
Dicen que hay que mirar la historia para no cometer los errores del pasado. Por la PAZ, se han premiado por parte de Comité Nobel del Parlamento Noruego a personajes que no les importó implicarse en los bombardeos de Camboya, Laos o Vietnam; a otros que cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad; a gente que en sus puestos permiten la flagrante violación de los derechos humanos…..
El nobel 2008 por la Paz ha recaído en Martti Ahtisaari, ex primer ministro de Finlandia, mediador internacional entre países con conflictos. Inventor de la fórmula mágica “todo conflicto tiene una solución” (para nota). De gran currículo como mediador en conflictos.
Pero Sr. Ahtisaari, su paloma vuela bajo, su paloma está herida porque debo recordarle que Ud. en los ochenta fue representante de la ONU en el conflicto del Sáhara, y pasó desapercibido, a hurtadillas, definiendo la situación como un "conflicto menor". En la actualidad sigue siendo mediador internacional, le escuchamos poco sobre el contencioso del Sáhara ¿qué pasa con su fórmula mágica? . Permítame Ud que no le felicite por su millón de euros
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