
Está claro que la juventud marroquí se siente engañada porque su sociedad es una sociedad de ciega y baja obediencia y adulación al monarca. Unos jóvenes de Casablanca me comentaban en unas jornadas interculturales a las que fui invitado, el malestar de la juventud marroquí respecto de la dirección de su país, y me pareció oportuno recordar un artículo que leí hace tiempo en el Periódico de Aragón en el que un camionero marroquí hablaba de su país y de su monarca, del pesimismo, de las promesas incumplidas, de la pobreza, de la falta de libertad, de los asesores reales, del mamoneo y del servilismo y sobre todo de la falta de credibilidad en el monarca.
En dichas jornadas se me hizo una pregunta a mi parecer no falta de mala intención, ¿Cuándo prevés que el Pueblo Saharaui se someterá al reino de marruecos? Tuve la serenidad de tragar saliva primero, y pensé en una respuesta políticamente correcta como se suele decir, pero no me pude contener, “JAMÁS”. El pueblo Saharaui nunca se someterá al servilismo mamóm del monarca alauí. Estoy convencido que un pueblo que tiene una juventud como la saharaui jamás será sometida a nadie y traté de demostrar que este pueblo hace gala de su hospitalidad y que no pasa por el servilismo, por la ingratitud ni por la arrogancia pero que si pasa por la toma de una conciencia fundada en ideales y en convicciones democráticas. Y nadie debe olvidar, ni en los triunfos ni en las derrotas, que un hombre fuerte no es el que tiene siervos, bombas, cañones o metralletas, ni el que no quiere firmar el compromiso de “no” a las bombas de fragmentación; es el que tiene una conciencia limpia y libre que lo hace inmune a toda tentación servil, a todo vasallaje político y a todo temor.
En dichas jornadas se me hizo una pregunta a mi parecer no falta de mala intención, ¿Cuándo prevés que el Pueblo Saharaui se someterá al reino de marruecos? Tuve la serenidad de tragar saliva primero, y pensé en una respuesta políticamente correcta como se suele decir, pero no me pude contener, “JAMÁS”. El pueblo Saharaui nunca se someterá al servilismo mamóm del monarca alauí. Estoy convencido que un pueblo que tiene una juventud como la saharaui jamás será sometida a nadie y traté de demostrar que este pueblo hace gala de su hospitalidad y que no pasa por el servilismo, por la ingratitud ni por la arrogancia pero que si pasa por la toma de una conciencia fundada en ideales y en convicciones democráticas. Y nadie debe olvidar, ni en los triunfos ni en las derrotas, que un hombre fuerte no es el que tiene siervos, bombas, cañones o metralletas, ni el que no quiere firmar el compromiso de “no” a las bombas de fragmentación; es el que tiene una conciencia limpia y libre que lo hace inmune a toda tentación servil, a todo vasallaje político y a todo temor.
Bendita juventud saharaui.