miércoles, 12 de noviembre de 2008

EL COLOR DEL CRISTAL


Desde los tiempos de mi infancia suelo escuchar esta frase: "Todo es según el color del cristal a través del cual se mire". Y con estas simples palabras intentaba explicarme el sentido de la vida, el significado de muchos de los gestos humanos, de la bondad, de la crueldad extrema o del altruismo sin renuncias. Con los años no he llegado del todo a comprender la frase.
¿De qué color será hoy el color de mi cristal? Llego a preguntarme muchos días. ¡Vaya uno a saber!, lo cierto es que hoy veo un mundo en el que la injusticia tiene Corona, domina y fija las pautas del devenir de los acontecimientos de un pueblo que sufre frente a un mundo que debe tener otras cosas mas importantes en las que ocupar su tiempo; dirige la mano que coloca minas antipersonas y firma una sentencia sin juicio previo; extiende el papel que ordena cargar sin miramiento contra miles de estudiantes que se manifiestan pacíficamente y consiente la constante violación de derechos humanos.
Injusticia que, desafía altanera a miles de hombres que dejan de ser humanos y se convierten en hojas que empieza a arrastrar un viento incierto…Esos hombres llegará el día que dirán a sus hijos "Hoy cambiaremos el color de nuestro cristal". Y esos hijos, que son a la vez nuestros hijos, dejaran de ser frágiles criaturas del desamparo internacional y muerte fácil. Y se convertirán en jóvenes con patria, con sueños, con ilusiones, con libertad y tendrán un nuevo cristal con el que mirar al horizonte de sus vidas.
"El Gobierno, animado por las más hondas convicciones democráticas, no quiere, no puede y no va a actuar en contra ni de espaldas a la voluntad de los españoles. Ésta es su principal obligación y es también su principal compromiso. (Zapatero)”

2 comentarios:

Rosa dijo...

Hay que mirar siempre la vida con el cristal más ALEGRE, aunque a veces el cristal ofrezca sombras.
El cristal roto es el menos bueno de todos.
Saludos.

bilbo dijo...

Hola Rosa. Esperemos que nuestros amigos tengan siempre ante sí ese cristal del que hablas, yo tambien lo deseo.
un saludo