Reza el dicho que “si no quieres caldo, toma dos tazas”
Hace un tiempo os decía que el Real Madrid CF se había negado a prestar colaboración con algún material deportivo para los campamentos de refugiados saharauis. Mostré mi indignación en el momento y pensé hacer cientos de fotos en los campamentos siempre que viere una prenda de ese club para luego remitírselas.
Pues eso, que mantenía en mis adentros una pelea lobuna de si era mejor esto o lo contrario, porque también pensaba que si no me habían hecho caso cuando solicité el material en Valdebebas -Ciudad deportiva del Real Madrid- (entrada de fecha 12-02-2009 ) mucho menos me harían al presentarles fotos de unos niños a los que la Justicia de los hombres les niega todo derecho, aunque vayan vestidos de Guti o de Higuaín.
Y mira por donde, estábamos jugando al fútbol con una pelota de trapo que había improvisado cuando llegó un coche hasta nuestra casa. Lo conocí al instante, era Jalil, su esposa y sus hijos, íntimos amigos de la familia. A Salamu, el hijo mayor, le encanta estas con nosotros cuando visito los campamentos y fiel a su cita llegaba para quedarse hasta mi vuelta a España.
Os cuento esto porque Salamu vestía una resplandeciente camisa, blanca como la nieve y que lucía orgulloso hinchando el pecho de felicidad. Me acerqué para saludarles y rápidamente Salamu me abrazó “¿Cómo estas bilbo……… Y el Real Madrid cómo va en la liga, cuántos goles lleva Raul , cuántos goles le han marcado a Casillas, está jugando ya Van Nistelrooy?….. En ese momento me dieron ganas de decirle que ese club al que adoraba no quiso apoyar el proyecto de “Madrazas Blancas” y que me negó un balón para su colegio mientras creaba Escuelas de Fútbol en Marruecos. Pero ¿qué iba a conseguir con ello?, preferí que siguiera feliz soñando con sus ídolos y que luciera orgulloso la camiseta inmaculada del club más poderoso del planeta que, hoy por hoy, tiene una deuda pendiente con él con todos los niños de la arena.
Hace un tiempo os decía que el Real Madrid CF se había negado a prestar colaboración con algún material deportivo para los campamentos de refugiados saharauis. Mostré mi indignación en el momento y pensé hacer cientos de fotos en los campamentos siempre que viere una prenda de ese club para luego remitírselas.
Pues eso, que mantenía en mis adentros una pelea lobuna de si era mejor esto o lo contrario, porque también pensaba que si no me habían hecho caso cuando solicité el material en Valdebebas -Ciudad deportiva del Real Madrid- (entrada de fecha 12-02-2009 ) mucho menos me harían al presentarles fotos de unos niños a los que la Justicia de los hombres les niega todo derecho, aunque vayan vestidos de Guti o de Higuaín.
Y mira por donde, estábamos jugando al fútbol con una pelota de trapo que había improvisado cuando llegó un coche hasta nuestra casa. Lo conocí al instante, era Jalil, su esposa y sus hijos, íntimos amigos de la familia. A Salamu, el hijo mayor, le encanta estas con nosotros cuando visito los campamentos y fiel a su cita llegaba para quedarse hasta mi vuelta a España.
Os cuento esto porque Salamu vestía una resplandeciente camisa, blanca como la nieve y que lucía orgulloso hinchando el pecho de felicidad. Me acerqué para saludarles y rápidamente Salamu me abrazó “¿Cómo estas bilbo……… Y el Real Madrid cómo va en la liga, cuántos goles lleva Raul , cuántos goles le han marcado a Casillas, está jugando ya Van Nistelrooy?….. En ese momento me dieron ganas de decirle que ese club al que adoraba no quiso apoyar el proyecto de “Madrazas Blancas” y que me negó un balón para su colegio mientras creaba Escuelas de Fútbol en Marruecos. Pero ¿qué iba a conseguir con ello?, preferí que siguiera feliz soñando con sus ídolos y que luciera orgulloso la camiseta inmaculada del club más poderoso del planeta que, hoy por hoy, tiene una deuda pendiente con él con todos los niños de la arena.
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2 comentarios:
Bilbo, ayer me acordé de tí, cuando bromeábamos con Mahmud, un chico acogido por unos amigos nuestros, él es forofo del Real Madrid, y cuando le decía que me alegraba del resultado, no entendía mi actitud, le dije que teníamos una conversación pendiente para explicárselo. Cuando venga a casa le enseñaré este post, y a lo mejor se pasa al BarÇa.
Un abrazo.
No veáis lo que me costó tragarme tanto veneno cuando estaba frente al pequeño Salamu. Preferí verlo feliz y mientras que soñara con sus idolos blancos tendría la mente ocupada.
Abdala que es del barça me llamó ayer para decirme que habia visto el partido en Al-jazeera TV. Os podéis imaginar.
Espero que Salamu a la misma hora estuviera paseando por las dunas.
Un abrazo
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